Versino II

sin nosotras nada !! XD

No tiene mucha gracia conectarme si nadie rolea, tss¬¬

PD: Este diseño, sinceramente, me aburrió. Me voy a poner a hacer otro :3 así que si no pueden entrar al foro es por eso(? pero sean pacientes(? xd

D'D Cuantos cambios lleva ya el foro? xDDD

GUARRAS QUEREIS HACER EL FAVOR DE POSTEAR!? ¬¬

en donde? xDD!! porque en pande ya me e perdido nose ni como entrar XD

me da pereza T______T pekeee haz una de tus apariciones espectaculares!!!!!

¿Hola? Foritoouu *Mira desde una esquina* ¿Hay alguien?

aGus..........





You shouln't have done that......

Spoiler:

Sólo tengo una cosa que decir.

WTF. Me das miedo.

Hula ^.^

¡HOOOOOOOOOOOOLA! *O*

Te has encontrado con un terrible destino, ¿verdad?.... jijiji......




La Cripta os encontrará.... La Cripta os perseguirá sin descanso.... Ya estáis malditos, ya habéis entrado.......... No hay escapatoria.
No deberíais haber hecho eso................

La hora final, se acerca. Comienza la cuenta atrás.

Deja de fumar, por favor. Te hace mal.

tengo que decirle a imo que suba la historia de la cripta xDDD entonces lo entendereis todo.. B)



PD: no me hace mal DDDD: veo unicornios rosas voladores y duendes magicos, pero eso es normal.. ¿verdad? ¿VERDAD?

Pacientemente esperaré que la suban :B

Y... Sí, claro, claro que es normal. Sino pregúntale a Osbaldo, el unicornio multicolor que te está acechando D'D

pero... pero... osbaldo no era la vaca que te creaste en el mundo encantado? DDDD: que nunca llegó a aparecer.......¬¬ pobre vaca, se merecía una oportunidad........

Bueno, me voy a seguir peinando la punta de los bigotes a mi gamba, adeeu! Ya volveré a aparecer para poner otro mensaje siniestro o para postear la historia de la cripta.. B)

Es que Osbaldo es realmente un univaco mutante que se transforma en unicornio de vez en cuando.

Aquí esperaré otra de tus apariciones estelares, tons.

o.o

Que fumais que no compartis? xDDDDD

Bien, como no podía ser menos, simplemente con la mención de la cripta tenía que aparecer, pero más aun si piden que se postee su historia... Daros por advertidos, despues de esto... nothing will be the same...

Se recomienda: https://www.youtube.com/watch?v=5lB8Vf5ap8Q

Había dos magas que habían oído hablar de un lugar aterrorizador, oscuro y escondido en un lugar recóndito de Azeroth de nombre inhóspito: Paso de la Muerte. Montaron en sus monturas y se encaminaron a esta zona, fue un largo camino y nada más llegar al lugar un cartel con inscripciones amenazantes del estilo de "Todos los que entren deben abandonar toda esperanza" o "Atrás" "Huid antes de que sea tarde" daba la bienvenida junto a un árbol del que colgaban cadáveres. Ambas magas no se amedrentaron y siguieron su camino por aquel lugar de muerte. Cruzando aquel lugar de ruinas y fantasmas llegaron a la Cripta. Una especie de mausoleo rodeado de tumbas con grabados de demonios y una oscura escalera no invitaban precisamente a entrar, aunque ellas siguieron adelante con su idea. Bajaron las escaleras y se encontraron con unas verjas tras las cuales oscuros pasillos y lápidas esperaban. Utilizaron traslación hasta atravesar la verja y se adentraron en aquel pútrido lugar abandonado de la mano de Dios. En el aire se respiraba el olor a muerte y descomposición y flotaba en el ambiente un extraño silencio ultraterreno. Vigilando cada esquina, se adentraron en los nebulosos y retorcidos pasillos de la Cripta, la cual decían que quien entraba no salía y que estaba maldita. Los enrevesados pasillos estaban custodiados a los lados por multitud de cadáveres dentro de diminutos huecos a ras del suelo. Esqueletos, calaveras y momias se amontonaban como único y tétrico mobiliario. Caminaban juntas, sin alejarse y vigilando cada esquina, aquel lugar, con lo tranquilo que era, no daba buena espina. De repente, de fondo, se oyó el arrastrar de unas cadenas, unas cadenas muy lejanas. El miedo las hizo parar. ¿Era seguro seguir? Bueno, ya que habían entrado... Continuaron su marcha hasta llegar a una sala llena de puertas y verjas que se abrían mostrando un diminuto habitáculo. Las verjas y puertas se cerraban solas después de unos segundos. Salieron corriendo antes de que las puertas las encerraran en esa pequeña sala. Recorrieron la estancia de las puertas hasta el final, todo era igual. Dieron marcha atrás. Una extraña niebla amarillenta no dejaba ver lo de lejos, dando un aire siniestro a todo. Consiguieron regresar a los pasillos de esqueletos, los cuales se cruzaban entre sí muchas veces, desorientando a cualquiera y acabaron varias veces en la misma sala.
Cuando consiguieron encontrar otro camino, hallaron una sala de montículos de tierra y unas verjas, como las de la entrada, las levantaron y pasaron rápido, no te podías fiar de nada en ese lugar. Efectivamente las rejas cayeron de forma asesina al suelo, como si quisieran pillar a alguien debajo y matarle. Abrieron varios enrejados y accedieron a una sala con lápidas, también con grabados de demonios. ¿Quién habría habitado ese lugar? ¿Quién o qué habría bajo esas lápidas? Dieron marcha atrás y continuaron por el otro lado, un camino escoltado a los lados por otras dos lápidas con forma de obelisco. Se encontraron ante sí con una extraña piscina en la que se veían cadenas enormes y sombras...
Se miraron. ¿Aquello estaba bien? A saber que habría ahí dentro. Miraron atrás y les pareció que la niebla era más densa. Parecía que algo quería que se adentraran en el agua oscura. Y así lo hicieron.
Se sumergieron y nadaron hacia las cadenas. Un grito ahogado por el agua surgió de sus gargantas. Decenas de cadáveres estaban atados y ahogados en las gigantescas cadenas, cadáveres de ojos que parecían suplicar ayuda, ojos que rezumaban dolor. Sus cuerpos estaban llenos de heridas, tanto en cuello, como muñecas, rodillas y tobillos. ¿Qué habrían sufrido o qué habrían hecho para vivir todo ese dolor? Nadando por esa piscina de muerte, una de las magas descubrió dos detalles, allí la necesidad de aire no se notaba, ¿cuánto tiempo llevaban sin respirar? y esos cadáveres... desafiaban a la gravedad flotaban al revés de lo normal. Hizo gestos a su compañera para subir. Al tomar aire descubrió que en realidad se estaba ahogando sin notarlo, aquello era una trampa mortífera. Le contó también el otro detalle cuando a lo lejos divisaron una salida de la piscina. Salieron y se encontraron con una enorme fosa llena de arena y en la zona más alta de las paredes, aberturas de las que parecía que saldría arena de un momento a otro. Corrieron al agua otra vez.
Bajaron al fondo y vieron que ahí no acababa, había más. Unos arcos abrían una nueva salida. Continuaron y salieron en una especia de distribuidor lleno de columnas. Ante ellas una enorme sala con un estanque en el centro, rectangular como la sala, se medio ocultaba en la niebla. Caminaron y de repente algo las paralizó. ¿Era un fantasma? ¿Las habría visto? El pánico se apoderó de ellas y el espíritu desapareció sin más. Caminaron atemorizadas y al final de la sala encontraron un trono roto. ¿Un trono? ¿Aquí? ¿Quién querría ser rey de un lugar como este?
Cogieron el otro camino y se encontraron con otra enorme sala. Al final de ella una enorme pila de huesos descansaba en una esquina y a la derecha una escalera. Ascendieron por ella y una sala pequeña y techo inclinado las recibió. Junto a esa sala otra llena de huecos en las paredes en los que descansaban momias las esperaba. Pero... En el suelo, bajo las paredes de las momias, había un rectángulo quitado que permitía ver el agua de la sala del trono, la única manera de colocar las momias sería volando. ¿Qué demonios era todo esto? Saltaron para regresar a la sala del trono. Una de ella se sentó en él y descubrió que desde allí se veían las momias. Pero algo pasó en ese momento. Una de ellas... entró en combate. Algo la atacaba sin verlo, algo la acechaba sin saber qué. ¿Por qué ocurre esto ahora? Echaron a correr pero entre los pasillos y la niebla se perdió. La otra maga consiguió huir. Ella se sintió cada vez más sola y perdida. Gritó el nombre de su compañera y no encontró respuesta. Esa sensación de que algo se agazapaba esperando para matarla la desquiciaba. Sabía que algo había ahí.
Corrió y corrió, intentando alejarse. Nadó por la piscina de cadáveres y sintió como si sus ojos se clavaran en ella, como si la señalaran. Quería huir... No quería quedarse allí para siempre. Corrió hacia los liosos pasillos escoltados de esqueletos y se perdió por los nervios y el temor.
Otra vez... otra vez ese sonido de cadenas... No, ahora no... La iba a desquiciar... Sonaba cerca, cada vez más cerca. No sabía por donde correr. ¿¡Qué iba a hacer ahora!? La sensación de que algo la perseguía se hizo más intensa y entonces...
Se escuchó el latir de un corazón.
Bum...
Bum
¡BUM!
Echó a correr desesperada hacia delante sin importar a donde y allí estaba la salida. Se arrojó contra los barrotes y aunque usó traslación no cruzó la verja.
Se dejó caer al suelo, mirando al otro lado, unos centímetros que supondrían la diferencia entre la vida y la muerte y se echó a llorar. Le pareció oír un ruido de cascos muy, muy lejano, pero ya le daba igual. Sabía que no escaparía de allí.
Se giró con lentitud enfrentándose a lo que la Cripta le deparara.

Esa es la historia de la cripta...... Pero es solo el principio. El origen de todo..... Y TODO está basado en hechos reales, nada es inventado.... La maga que consiguió huir quedó maldita para siempre, pero eso ya lo veréis en el segundo capítulo.... Chan chan chan...... *musica de suspense*


PD: yo soy la maga que huyó........... D:

Que... Gran historia...

Se que es una grandiosa historia y q a todos os encanta, por eso, posteare la segunda parte :)

Capítulo 2: La maldición continua.

”No puedo más… ¿Por qué tanta agonía? ¿Por qué tanta tardanza? La maldición ni deja vivir, ni deja morir. Lo he intentado tanto meses… No comer, no dormir, venenos, cortarme las venas, lanzarme desde lo alto del primer alto que veía y aun así, ser inmune. Pero por fin, ¡por fin!, llegó el final, lo sé, está aquí, la noto llegar, lentamente, ya viene a por mí. Se acabará este sufrimiento, me reencontraré con mis pesadillas y hallaré la tan ansiada muerte…”

-Eso es lo último legible que hay, después hay pequeños garabatos, parece que no llegó a escribir lo siguiente, quizás la maldición se lo impediría.-Dijo una tauren mientras entregaba el ajado libro a su compañera, una elfa de sangre, que se quedó mirando el cuadernito, mientras pasaba las hojas con aire soñador, a la vez que por su mente, el relato recién leído por la druida se dibujaba en su mente casi como si ella misma fuese la maga…

Galopaba sobre su montura a gran velocidad, los latidos de su corazón en las sienes, no le dejaban escuchar el repiqueo furioso de los cascos contra el suelo a toda prisa ni la respiración agitada tanto del animal como de la maga. Hasta que, de repente, todo ello pasó a segundo plano, los gritos de su compañera y un largo y profundo grito desgarrador, lleno de pánico y dolor se alzaron por encima de todo ello. Su razón le gritaba que diese la vuelta, pero la maga tenía tanto miedo, tanto horror, que lo único que pudo hacer fue espolear a su montura para huir aún más rápido dejando, abandonada a su suerte, a su compañera en aquel desolado, solitario y maldito lugar.
De su mente no se borraba la imagen de las escaleras de la Cripta, ni su interior y los gritos de su compañera llamándola y después transformados en terror resonaban con eco en su cabeza, mientras pasaba, fugaz, por debajo del árbol que les dio la bienvenida a Paso de la Muerte. Ahora los cadáveres colgantes, se habían girado en la dirección en la que ella pasaba (¿casualidad?), sus ojos la habían enfocado, el esqueleto sentado junto a los carteles de aviso había levantado la mano, ¡estaba segura!, la habían señalado, ¿no oía ahora sus voces vacías susurrarla “maldita”, “traidora”, “la abandonaste a su suerte y tú sufrirá el doble que ella”? No, no, no, eso no podía haber sucedido, no era real, no, no… Se repitió esas frases en la cabeza miles de veces mientras intentaba acallar los recuerdos y ya entraba en Bosque del Ocaso.

Algo, algo pasó raudo delante suyo en el camino, ¡estaba segura! ¡Lo había visto saltar al camino y huir a la frondosidad del bosque! Pero aunque segura se hallaba de lo que había visto, su montura se mantenía sin cambios, galopando hacia delante. Habría sido un pájaro… Aunque demasiado grande para ser un simple pajarillo… Miró un segundo hacia donde había huido lo que fuera que se había cruzado delante y la vio… allí… de pie, mirándola fijamente, con los ojos vacíos de expresión. Tiró de las riendas pero ya no estaba… ya no estaba…

Los susurros se repitieron, volvían a su cabeza, alzando cada vez más la voz, como si se acercaran, ¡¿qué era todo esto?! Un escalofrío recorrió todo el cuerpo de la maga, dejándole el cuerpo con la piel de gallina. Pero los oía tan cerca… Se acercaban más y más… Hasta que miró a su lado y una horrenda cara de muerto, desfigurada, con signos del más oscuro de los horrores galopaba a su lado. Gritó, gritó fuerte, su montura asustada, se alzó de manos y la tiró al suelo. Y allí se alzaba, ante ella, una alta figura, con una larga túnica y un bastón en la mano… ¡DIOS NO! ¡NO! Esa túnica, ese bastón… Pero en el segundo en el que parpadeó, desapareció.

…

Había llegado por fin a Bosque de Elwynn, ¿no había ya suficiente distancia entre ella y la Cripta? Descansaría esa noche y a ser posible, no volvería a pensar en lo sucedido…
Entró en Ventormenta en busca de alojamiento en la taberna, de una cama en la que descansar… Ilusa ella, pues las pesadillas, se sucedían cada vez que cerraba los ojos, se despertaba viéndola allí, plantada de nuevo, gritándole que por su culpa había muerto, y entonces se volvía a despertar y está vez no estaba allí.

Al día siguiente, partió de nuevo, está vez, hacia el sur, hacía Paramos del Poniente. No galopaba, se mantenía entre el paso y el trote, la noche de sobresaltos la habían agotado de semejante manera, que no tenía el cuerpo, pese a estar acostumbrada, para soportar el traqueteo del galope. Fue en mitad de esta tierra, con el sol del mediodía abrasando la tierra, cuando los susurros volvieron pero sobre ellos, por encima de todos una voz femenina resonaba con más fuerza “Puedes poner el universo entero de por medio, que jamás podrás huir.”

Miró alrededor, no había nada, solo silencio mortuorio, ni la brisa corría haciendo silbar la hierba y las hojas de los escasos árboles de la zona. Miró al otro lado, con el corazón en calma al ver que no había de que temer, sol y soledad, imposible esperar nada, cuando se encontró de frente con una asquerosa mano podrida que se lanzaba desde el suelo a su cuello. Gritó y en un parpadeo desapareció. Pero la calma no había llegado, un líquido caliente se deslizaba por su piel, manchaba sus ropas y se arrojaba al suelo en una caída suicida. El cuello había sido arañado desde atrás hasta la tráquea por unas uñas…

¿Dónde esconderse? ¿Qué era todo esto? La última frase resonaba en su cabeza como si fuese la clave de algo… Dio media vuelta, de regreso a Ventormenta, en busca del portal a Tierras Devastadas, allí la esperaba el portal a Terrallende , un planeta distinto y, por lo tanto, universo de por medio.
Pero ni allí, ni en la profundidad del Bosque de Terokkar, ni entre las montañas más afiladas de Montañas Filoespada, ni en la más alta isla flotante de Nagrand, ni entre los enormes hongos de Marisma de Zangar, ni en el rincón más oscuro de Valle Sombraluna, ni entre los demonios de Península del Fuego Infernal, ni perdida en Tormenta Abisal pudo descansar, siempre la encontraba, le susurraba, no la dejaba vivir. Buscó en Terrallende modo alguno de librarse de ese horror y no encontró solución, ¿quién la creería? Todos, todos pensaban que estaba loca. ¿Qué solución darle? Sólo encontró una: La Muerte. Pero por más que la buscó, no la halló. Se colgó del árbol más alto de Terokkar, pero la muerte no venía a por ella, buceó hasta lo más profundo del lago más profundo de Marisma de Zangar, pero la muerte no venía a por ella, se arrojó al suelo desde la isla flotante más alta de Nagrand, pero la muerte no venía a por ella, buscó en las afiladas y traicioneras sierras de Montañas Filoespada la solución a sus males, pero la muerte no venía a por ella, ni el veneno, ni el ayuno, ni la falta de dormir, nada podía con ella.

“Te mantendrá viva todo lo que considere oportuno, hasta que tu sufrimiento le sea satisfactorio.”

-¡MALDITA SEAS! ¡NO PUEDES ESTAR VIVA! ¡NO! ¡YO TE DEJÉ ALLÍ! ¡YO TE ABANDONÉ ALLÍ, A TU SUERTE, QUE TU PAGARÁS LO QUE LAS DOS DEBÍAMOS PAGAR! ¡ACABA CON ESTO DE UNA VEZ, MÁTAME SI ES LO QUE DESEAS PERO ACABA CON ESTO! TE ABANDONÉ, NO LO NIEGO, PERO ¿ACASO NO HABRÍAS HECHO TÚ LO MISMO?

Su grito desesperado retumbó por todo Paso de la Muerte. ¿Cuántos días llevaba allí tirada, a las puertas de la maldita Cripta sin comer, sin dormir, a esperas de traspasar una puerta que ahora se le resistía? ¿Por qué no venía ya a por ella? Se miró los brazos, cadavéricos, llenos de los cortes tan desesperados que se hizo en busca de su fin, pero aun viva… Tantos soñaban por agarrarse a la vida eternamente y ahora ella no era capaz de caer en brazos de la muerte pese a que la buscaba. Estaba harta, desesperada, se conocía de memoria Paso de la Muerte, se había sentado entre los cadáveres de la entrada, había memorizado cada relieve demoníaco de las tumbas, había visitado cada ruina y había pedido a gritos, agarrada a las verjas de La Cripta, que se la llevaran ya… Parece ser que a la maldición le gustaba jugar, pues jugarían. Volvió a partir esta vez esforzándose por vivir y por fin obtuvo respuesta. La Cripta volvió a mover sus fichas: oía las cadenas, oía pasos, oía el palpitar de un corazón que no era el suyo...

Bum…

Bum…

Bum…

¿No había oído ese mismo corazón antes?

¿No estaba volviendo a oír a su compañera gritar su nombre, no volvía a oír el galopar de su caballo mientras huía de nuevo, no la volvía a oír gritar llena de miedo y dolor?

Una mano cadáver, una mano que conocía muy bien, la misma que le arañó el cuello, inolvidable por la cicatriz en el dorso, ¿cómo olvidarla?, había visto mil veces esa cicatriz en la mano de su compañera, salió del suelo y se aferró al tobillo dejándole una marca de grillete en el tobillo, como si estuviese encadenada que, junto con las marcas del cuello que jamás desaparecieron, quedaron como cicatrices de su horrible condición de maldita, cada habitación que usaba en sus viajes, aparecía llena de arañazos, de huellas de sangre, de manos arrastradas por el suelo y las paredes como signo de una lucha, la despertaba el chirriar de unas cadenas y se las encontraba flotando del techo como aviso de lo que le esperaba u otras veces, encontraba a su compañera colgada de ellas, a veces la sala se llenaba de agua y veía los cadáveres de la siniestra piscina de la Cripta mirarla fijamente y señalarla y entre ellos a su compañera, hasta que un día, la Cripta la buscó y se la llevó consigo…

Proximamente, más historias de maldiciones.. aquí, en versino versión caca... digo, versión II.

PD: Hay muchas maldiciones para elegir.... La de la rata, la de la Torre de Karazhan, la de Ahn'Qiraj, la de la Caja de puzzles de Yogg-Saron, la de Maraudon, la del Bosque Susurrante, la de Ben, la de Cofry... =)

Pero sin duda, la mejor es la de la cripta... es el núcleo de todo......... chan chan..